Desde muy pequeños, se enseña a los hijos la importancia del dinero y se intenta inculcar un hábito ahorrador en ellos, para que el día de mañana no sean derrochadores. El primer paso para empezar con este nuevo hábito, es darles una pequeña cantidad mensual o semanal, que vayan administrando solos. Por ejemplo, para comprar chucherías, tebeos, o ese juego de la Play Station que tanto les gusta. Además la paga se podrá ir subiendo gradualmente, generalmente cuando cumplen años, con lo que podrán ganar mayor responsabilidad.
Los padres españoles son especialmente generosos a la hora de dar paga a sus hijos, alzándose con la tercera posición en un ranking elaborado por ING Bank y Weber Shandwick. Este ranking ha tenido en cuenta las pagas de todos los padres de países europeos, siendo Italia el país más generoso respecto a las pagas a los niños.
La encuesta “Financial Empowerment in the Digital Age 2014”, que así es como se ha denominado, cuenta con la participación de más de 12.000 europeos, con el objetivo de dar a conocer el efecto que tienen la paga, y las sensaciones de todos los adultos que la han recibido de sus padres, además de para conocer la razón de la paga, y las formas en las que lo hacen.
El 41% de los niños españoles de entre 5 y 15 años recibe de 5 a 10 euros de paga por semana, una cantidad que a más de 50 euros en el caso de un 13,8% de los mayores de quince años. Por supuesto, estas cantidades varían en función de la renta de los padres.
El 89% de los españoles afirma que la paga ayuda a que sus hijos valoren el dinero, y el 83% señala, que la habilidad de sus hijos para gestionar su dinero ha mejorado desde que tienen esta paga semanal. Los niños de hoy son más ahorradores, y piensan en el largo y muy largo plazo, como por ejemplo en la jubilación.
Un 75% de los padres españoles da la paga a sus hijos y lo hacen en un 57,7% de los casos para ser responsables con su dinero. Y un 45,9% y un 40,5% lo hacen para que aprendan el valor del dinero y porque les ayuda a gestionar sus ahorros. Además, los padres españoles dan dinero con un fin determinado en el 34,7% de los casos, como recompensa por realizar tareas domésticas en un 6,8% y los que lo hacen de forma regular, un 27,8%.
Yo nunca tuve paga de mis padres. Como mucho, me daban la vuelta de comprar el periódico los fines de semana (10 o 15 pesestas = 6 o 9 céntimos) y 2.000 pesetas (12 euros) por mi cumpleaños y santo.
Ya con 12 o 13 años mi abuelo empezó a darnos 20 duro al mes (100 pesetas = 60 céntimos).
¿Y saben qué? Nunca necesité más. Si quería hacer algo (somo ir al cine y cosas así) y no tenía dinero, preguntaba a mis padres y sólo si ellos pensaban que era conveniente me daban dinero. Ni dinero para ir de juerga ni para videoconsolas ni cosas superfluas.
A mis hijos tampoco les doy paga y pienso seguir la misma filosofía a es respecto.