Actualmente no sobran muchos países que sirvan de ejemplo sobre como llevar sus cuentas responsablemente sin perjudicar a sus ciudadanos ni a los mercados, Irlanda en su momento parecía un modelo a imitar por quienes pudieran hacerlo, y empujado por las opiniones de algunos analistas y expertos económicos y resultados pero actualmente su situación no es digna de imitar.
Mientras se den situaciones como la de Grecia y ahora la crisis financiera de Irlanda, el término rescate no será solamente utilizado por una toma de rehenes o en un film de superhéroes sino en la sección económica de los periódicos y columnistas de noticieros.
Es por ello que, los socios europeos deben de salir prontamente al rescate financiero de Irlanda, actualmente se maneja la posibilidad de dicho rescate de parte de países de euro zona con fondos privados.
A dichos de expertos, dudan de la capacidad de parte de Irlanda de salir por si misma. Basándose en que el coste de las operaciones de rescate de 6 de su bancos más importantes le ha generado un fuerte déficit público del 32% del Producto Interior Bruto (PIB), así como el de no poder cumplir con reducirlo hasta un 3% para 2014. Es por ello que, el presupuesto del ejercicio 2011 ya tienen previamente estipulado un ahorro de 6.000 millones de euros con fuertes planes de ajuste de por medio.
Si bien la incertidumbre y dificultad permanece sobre la economía, se ha notado cierto descenso respecto a la presión sobre la deuda irlandesa. Pudo verse como los intereses de los bonos del Estado irlandeses a 10 años descendían desde los máximos niveles récord de la semana, cerca del 9%, ubicándose en el 7,994%. Aún es ciertamente alto al compararse con Portugal, dónde el interés del bono a 10 años descendía al 6,588%, desde el 7% de la semana, mientras que por el lado de España, dicha rentabilidad se ubicaba en el 4,52% desde el 4,634%.
A todo esto vale recordar que, los dirigentes de la Unión Europea durante el pasado mes de Octubre, llegaron a un acuerdo para desarrollar un mecanismo de forma permanente de rescate para aquellos países de la zona del euro que se vean en situaciones extremas, aunque desde 2013. Dicho mecanismo estipula que diversos inversores privados puedan contribuir con el coste de rescate. Aunque hay oposición de países como España.
El problema reside en que los bancos e inversores privados restringirán aún más los préstamos a países en dificultades de no poderse recuperar la inversión.
Algunos por ser pesimistas o especulativos, como ciertos mercados que prevén que Irlanda indefectiblemente terminará cayendo, y tal vez por orgullo o para calmar los ánimos desde Irlanda señalan que no recurrirá por un rescate de sus socios de la zona euro ni al Fondo de estabilidad Financiera, en el que existen unos 750.000 millones de euros para 3 años, ya que según su ministro de Finanzas, Brian Lenihan, Irlanda está financiado hasta Junio, además de sus reservas, lo que evita por el momento un pedido de auxilio aunque hoy ocupa uno de los puestos del ranking de países con riesgo de impagos.