Aunque pueda llevar a confusiones, hay que tratar de no confundir cuando una cuenta no es temporal y cuando sí lo es. Básicamente, por definición una cuenta no será temporal cuando es permanente. Sin embargo, hay algunas cuestiones que deberías tener en cuenta para afinar más esta definición.
Si tuviéramos que entender de manera rápida cómo funciona la cuenta temporal diríamos que se trata de cuentas que se pueden cerrar cuando se acaba un periodo contable, pero que se inician en el siguiente periodo contable con saldo cero.
Esto no se puede aplicar a todas las cuentas, de ahí la diferencia. Vamos a tratar de entender un poco más estas cuestiones.
¿Qué es una cuenta temporal?
Una cuenta temporal es la que se va a cerrar tras un periodo de tiempo que, generalmente, va a responder con el periodo contable.
Cuando se cierra la cuenta temporal se tiene como elemento de medida que las transacciones realizadas van a ser importantes durante el ciclo contable al que representan. Es decir, no se utilizarán ni serán relevantes ni para el anterior ciclo contable ni para el siguiente.
De esta manera, se trata de cuentas que se consignan en el estado de resultados y que habitualmente se asignan al cómputo de gastos e ingresos en las empresas.
Hay excepciones: por ejemplo, la Cuenta de Giros se cierra tras cada período contable. Se trata de una cuenta que no va a integrarse en el cálculo de resultados y que no se considera una cuenta temporal. En este caso serían cuentas de utilidad.
Algunos ejemplos de cuentas temporales pueden ser:
- Cuenta de ingresos
- Cuenta de gastos
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