La jubilación anticipada es el sueño de muchos trabajadores. Hay que tener cuidado con lo que se desea, porque este tipo de retiro adelantado también tributa en la declaración de la renta. Si no calculas bien cómo y cuándo hacerla, puedes terminar pagando más de la cuenta en el IRPF.
Las jubilaciones anticipadas están a la orden del día en las grandes empresas. Cuando una multinacional quiere renovar su plantilla puede optar por un ERE o simplemente por prejubilar a parte de su plantilla. Aunque la nueva normativa se ha vuelto más severa con este tipo de acciones, todavía siguen siendo habituales las prejubilaciones masivas.
Prejubilación o jubilación anticipada: diferencias
Muchas veces usamos los términos como si se tratasen de sinónimos solo porque, tanto la prejubilación como la jubilación anticipada, suponen un retiro prematuro de la vida laboral. Es decir, dejar de trabajar antes de tiempo o de que se cumpla la edad legal de jubilación. Sin embargo, la realidad es que ahí empiezan y terminan las coincidencias.
Prejubilación y jubilación anticipada son diferentes y también tributan de forma distinta. Conover esas diferencias te ayudará a entender cuántos impuestos pagas en cada caso.
A efectos legales la prejubilación no es en realidad una modalidad de retiro para la Seguridad Social, sino una forma de acuerdo entre el trabajador y la empresa. De forma consensuada, el empleado (ex trabajador, mejor dicho), recibirá un dinero de la compañía hasta que llegue el momento en el que pueda jubilarse legalmente, generalmente a través de una jubilación anticipada para ahorrar un par de años de cotizaciones sociales a la empresa..
En la mayoría de los casos la empresa le abonará un porcentaje de su sueldo que sumará a la indemnización por cese laboral y a la prestación por desempleo. A esto hay que añadir las cantidades que[…]Leer noticia completa en la fuente original