Cuando entras en un banco y empiezan a hablarte de seguros es normal sentir cierta desconfianza. La oferta suele ser amplia y a veces no queda claro qué te conviene de verdad y qué está ahí solo para que la entidad sume comisiones. Lo importante es que aprendas a distinguir qué seguros sí tienen sentido contratar con tu banco y cuáles deberías mirar con lupa o directamente rechazar.
Seguros que sí merece la pena considerar
No todos los seguros que ofrece un banco son una mala idea. Hay productos que, bien elegidos, pueden darte tranquilidad y cubrir riesgos que realmente importan. Uno de los más comunes es el seguro de hogar. Si tienes hipoteca es muy habitual que te lo pidan y en este caso lo relevante es fijarte en las coberturas reales. Que no se quede en una póliza básica que solo cubre el continente, sino que también incluya daños por agua, incendios o robos.
Otro clásico es el seguro de vida. Puede ser interesante si tienes deudas grandes o una familia que depende de ti. No lo veas como un gasto, sino como un respaldo que evita que tus seres queridos se queden con la carga de la hipoteca o de un préstamo si te ocurre algo. Eso sí, revisa bien las condiciones porque hay pólizas con comisiones altas y periodos de carencia largos.
También encontrarás seguros de salud privados. Cada vez más bancos los ofrecen asociados a sus cuentas o tarjetas. Puede que te interesen si quieres acceder a consultas rápidas y hospitalización sin largas esperas. Lo útil aquí es que suelen permitir agrupar pagos con tus productos financieros, aunque no siempre es la opción más barata.
Por último están los seguros de amortización ligados a préstamos. Estos garantizan que la deuda quede[…]Leer noticia completa en la fuente original















