Una moda que nunca ha llegado a ser realidad en Europa, es la aplicación de un impuesto a la banca. Recordamos que ya la ha querido imponer Obama en Estados Unidos, y también resonó durante todo 2010 en el viejo continente. Ahora, Reino Unido amenaza con nuevos impuestos a la banca si no concede créditos.
Así fue como anunció el ejecutivo del Reino Unido, apuntando hacia aquellos bancos que no concedan créditos, podrían enfrentarse a nuevos impuestos si no contribuyen a mejorar el flujo del dinero en calidad de préstamo a las empresas y particulares.
En virtud de ello, las entidades británicas llegaron a un acuerdo con el Gobierno de David Cameron bajo el «Proyecto Merlín» donde se determinó la posibilidad a este último de intervenir «multando» si es que los bancos no cumplen con lo acordado.
En este sentido, como contrapartida del Proyecto Merlín era que no aplicar nuevas tasas ni impuestos a la banca, ni sobre los bonus si mejoraba el crédito. Claramente, ante el menor incumplimiento, el Gobierno hará agua del acuerdo para gravar a las entidades financieras como se debe.
Recordamos que, las mayores entidades bancarias de Reino Unido son:
- Barclays
- Royal Bank of Scotland
- Lloyds Banking Group
- HSBC
Toda ellas se habían comprometido durante el mes de febrero a aumentar el flujo de crédito a las empresas, reducir y dotar de mayor transparencia al pago de bonus a sus ejecutivos y a pagar mayores impuestos. A este acuerdo, se sumó Santander UK pero sólo para dar lugar al aumento de los préstamos.
En concreto, las cuatro mayores entidades bancarias británicas y la filial británica del Santander se comprometieron a prestar este año 190.000 millones de libras (217.530 millones de euros) a las empresas de Reino Unido, de los cuales se destinarán 76.000 millones de libras (87.000 millones de euros) a créditos para pymes.
El tema ahora surge hoy en día, porque las 5 entidades no alcanzaron los objetivos previstos, tras haber concedido créditos a pymes por importe ligeramente por debajo de 17.000 millones de libras en los tres primeros meses del 2011, un 11% menos de lo previsto.
¿Habría que aplicar sanciones? En mi parecer, sí. Y a lo que voy es que el negocio de los bancos siempre fue robarle el dinero a los habitantes, ahora deberían pagar aunque sea por no cumplir con otro tipo de contrato, en proporción a lo que se propusieron y «no lograron»…