Alemania repatría sus reservas de oro

Dejar las joyas al vecino siempre es un riesgo, pero cuando se rompe la confianza mucho más. Y eso es lo que parece que le está sucediendo a Alemania, desde la Guerra Fría parte de sus reservas en el oro estaban almacenadas en diferentes países, pero ahora el miedo parece haber cambiado de bando y el Gobierno de Angela Merkel acaba de iniciar el proceso de repatriación.

De momento, según ha publicado el diario germano Handelsblatt, Alemania ha solicitado a París la devolución de la totalidad de sus lingotes de oro  y también ha pedido a la Reserva Federal de Nueva York parte del lo depositado allí. Está previsto que a partir de este miércoles, el Gobierno germano explique públicamente qué estrategia de futuro tiene para sus reservas de oro.

Afianzar la confianza

Para los expertos esta decisión es la materialización de la desconfianza que se está generando en el sistema financiero mundial. Aunque el oro en estos momentos está lejos del protagonismo que tuvo cuando era el eje del sistema de cambio a mediados del siglo pasado, su simbología como refugio se mantiene. La repatriación tendría más un efecto de confianza que otra cosa. Técnicamente, el este metal precioso es un ancla de salvación en momento de crisis financieras y monetarias y podría servir de liquidez en caso de ruptura del euro o depreciación del dólar. Aunque dado el escaso porcentaje que las reservas de oro suponen actualmente para los balances de los países es difícil que se pudiera adoptar una medida como la vuelta a la convertibilidad del oro.

Eso sí, no han faltado en los últimos meses los analistas que han alertado de que el mundo se está moviendo hacia un nuevo patrón oro de facto y lo justifican en que potencias como China o Rusia están aumentado sus reservas de oro frente a la posesión de dólares y euros. Esto rompe con la tendencia previa a la crisis de vender lingotes. Alemania no se apuntó a esa moda  como sí que hizo, por ejemplo, el Banco de España en 2007 y los bancos centrales de Gran Bretaña, España, Suiza, Holanda. Italia fue otro de los que tampoco vendió lo que refuerza su posición financiera a pesar de los ataques que está sufriendo su prima de riesgo.

Esta no es la primera vez que Alemania repatría su oro. Un informe del organismo de control presupuestario germano publicado en octubre de 2012 reveló que el banco redujo a la mitad sus depósitos en Londres hace una década. En aquella ocasión el motivo alegado fue que Londres cobraba medio millón de euros al año por comisión de custodia y se repatriaron 930 toneladas. El Tribunal de Cuentas criticaba que el oro alemán nunca había sido pesado ni verificada su calidad, motivo por el cual se pueden haber lanzado a la actual repatriación.

El movimiento de esta semana sería otro indicio de que el oro está tomando protagonismo en la política financiera germana, no el único. Y es que el pasado 29 de octubre, el Bundesbank publicó por primera vez en 60 años la localización de sus depósitos en este metal precioso. Según desveló Carl-Ludwig Thiele, miembro del Consejo del banco central de Alemania, a los medios de comunicación; de las 3.396 toneladas oficiales de oro que posee Alemania, (131 millones de euros.) el 45% (1.536 toneladas) estaban custodiadas por la Reserva Federal de Nueva York. Otras 450 toneladas estaban en Londres y 374 se guardaban en París.

El analista alemán Speck-Dimitri hizo, en su momento este gráfico explicativo para www.gold-action.de

 

Carl-Ludwig Thiele, justificó la política de guardar el oro fuera porque aseguró “era importante tenerlo depositado en los centros internacionales de comercio de oro para, en el peor de los casos, disponer de él en un corto tiempo como reserva de divisas. El oro depositado “en casa” no puede ser utilizado fácilmente como garantía para obtener divisas a cambio», aseguró en octubre.

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