El petróleo es una de las commodities o materias primas que mueve el mundo. El rumbo de las economías nacionales depende en gran medida de cómo se comporta su cotización. En muchas ocasiones, su precio marca el inicio de periodos de bonanza o de recesión. Por ese motivo, ahora que nos disponemos a cerrar una década, nos parece oportuno hacer un breve análisis de hacía dónde puede dirigirse este mercado en un futuro próximo.
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Estados Unidos impulsará el crecimiento de la oferta mundial de crudo
El precio del petróleo hoy vuela bajo excelentes datos laborales en Estados Unidos. También se está viendo afectado por la fortaleza actual de la industria petrolera estadounidense, que está produciendo una rápida transformación de los mercados mundiales de petróleo. En los próximos años y con el cambio de década, se espera que las exportaciones de petróleo de Estados Unidos superen a las de Rusia y se acerquen a las de Arabia Saudita, actual líder mundial de exportaciones, con un 15,9 % de exportaciones totales. Este aumento de la producción podría traducirse en un abaratamiento del precio del barril, si bien está sujeto a los controles en las exportaciones que haga la OPEP.
Se prevé una presión bajista debido a una demanda mundial reducida de petróleo
Aunque la demanda mundial de petróleo sigue siendo fuerte, el ritmo de crecimiento de algunas potencias económicas se está desacelerando. El crecimiento económico de China está reduciéndose año tras año, en parte por la propia maduración de una economía cada vez más desarrollada y también por los estragos que está causando la guerra comercial con la Administración Trump. Los recientes datos de exportaciones chinas publicados este mismo mes revelaron que estas han caído por cuarto mes consecutivo. Estos datos han generado cierta intranquilidad incluso entre los operadores de commodities más optimistas, porque China es un país que tiene una gran dependencia de su sector de exportaciones y este dato significa menos necesidad de petróleo.
La OPEP podría desencadenar el próximo rally alcista del petróleo
Pese a las presiones bajitas que suponen las dos coyunturas que acabamos de mencionar, la OPEP podría revertir la situación si finalmente decide recortar la producción de barriles. Así podría combatir la situación de precios bajos por medio de una reducción de sus exportaciones que terminarían con el actual exceso de oferta. De producirse este acontecimiento, el precio del petróleo podría estabilizarse e incluso subir: todo está en al aire todavía en este sentido. Una cosa está clara, la actual estrategia de precios de la OPEP ha terminado en fracaso. El objetivo de mantener unos precios de exportación bajos era contener el auge imparable del petróleo de esquisto estadounidense, ahogando los márgenes de beneficio de esta nueva industria petrolera. A la luz de los números actuales, parece que su estrategia no ha tenido el éxito esperado.
En resumen, la nueva década parece que va a traer mucha emoción a los mercados mundiales del petróleo. Son varias las incógnitas que siguen a la espera de una respuesta clara. ¿Adoptará la OPEP nuevas estrategias de exportación? ¿Seguirá creciendo la industria petrolera estadounidense? ¿Habrá cambios en el crecimiento económico de las principales potencias económicas del mundo? Esas son las grandes cuestiones que sobrevuelan esta industria siempre fascinante.