La revista de negocios Businessweek ha hecho un repaso entre los grandes directivos de 2012 y ha puesto el foco sobre aquellos que peor lo han hecho en el último ejercicio. Rodrigo Rato, el ex presidente de Bankia ha tenido el dudoso honor de ser el único español en el indeseable ranking.
El semanario, propiedad de la agencia de noticas Bloomberg ,ha echado mano del criterio del profesor de la Dartmouth College School of Business Sydney Finkelstein para realizar la selección. Finkelstein, que es autor de 11 libros relacionados con la gestión y el liderazgo como ¿Por qué fallan Ejecutivos inteligentes? o ¿Por qué Buenos Líderes tomar malas decisiones?, ha incluido a Rato en el número cinco de sus lista porque bajo su gestión Bankia anunció ganancias por encima de 309 millones de euros, y tras su renuncia a la presidencia de la entidad se supo que la realidad contable demostraba que la entidad acumulaba más de 3.000 millones de pérdidas, lo que ha requerido el rescate del banco por parte del Estado. Esto implica, según recuerda Businessweek, que el que fuera Ministro de Economía de España y director del Fondo Monetario Internacional esté ahora bajo «investigación por fraude, fijación de precios y malversación de fondos».
Rato comparte el dudoso privilegio de pésimo gestor con otros conocidos empresarios:
El primer puesto Businessweek se lo dedica a:
Brian Dunm, ex presidente de Best Buy que saltó a la «fama» en abril al renunciar a su cargo tras ser acusado de mantener relaciones con una subordinada. Aunque más allá de sus líos de faldas, el motivo por el que encabeza este ranking se debe a una pésima gestión en Best Buy, ya que bajo su mandato la compañía perdió gran parte de su cuota de mercado, el precio de las acciones se desplomó y se esfumaron 6.400 millones por su mala gestión del negocio.
Aubrey McClendon, el director de Chesapeake Energy entra en la lista por sus dificultades para separar las finanzas de la empresa que dirigía y las suyas propias. Según las informaciones publicadas a lo largo de último año por la agencia Reuters, McClendon realizó inversiones cruzadas entre las finanzas de la compañía y sus negocios personales como el patrocinio del Oklahoma City Thunder, mientras que McClendon era el dueño de ese equipo de baloncesto, o utilizar el avión privado de la empresa para fines propios. Estos son, entre otros, los comportamientos que le hacen merecedor de la segunda posición del ranking de peores gestores de Finkelstein.
La tercera posición es para Andrea Jung, la que fuera presidenta ejecutiva de Avon hasta el pasado mes de abril. Jung rechazó una oferta de 10.700 millones de dólares por parte de la empresa de belleza Coty que podría haber salvado la situación financiera de Avon. Desde 2004, el valor de la empresa en Bolsa ha caído desde los 21.000 millones hasta los 6.000 millones actuales. Además, en los últimos años Avon se ha dejado 300 millones en gastos legales para enfrentarse a acusaciones de haber sobornado a funcionarios extranjeros.
Mark Pincus, el máximo directivo de Zynga es el cuarto de la lista. El responsable de
la compañía de juegos es acusado por el análisis de Businessweek de haber llevado a las acciones de la compañía a perder el 75% de su valor en lo que va de año y de permitir la fuga de algunos de sus principales ejecutivos. A pesar de su extensa formación financiera, (Pincus es licenciado en Economía en Wharton en 1988 y MBA de Harvard Business School en 1993). Pero Finkelstein dice que ha cometido algunos errores de novato, por ligarse en exceso a Facebook.
Una compañía, cuyo líder tampoco gusta nada a Finkelstein: de Mark Zuckerberg dice el profesor que le pierde su «ego enorme» y que «no hay ninguna razón para creer que tienen la capacidad de gestión para dirigir una empresa pública.»