La sesión podría haber terminado con euforia en los mercados, después que el Tesoro español completara una de las emisiones más exitosas del año, colocando más dinero del esperado y con una potente bajada de los tipos de interés del 60%.
Pero no pudo ser. Llegó Cataluña y pidió el rescate por 5.023 millones sin ningún compromiso a cambio, y claro ya se sabe que eso del dinero a cambio de nada no sienta nada bien en los mercados financieros. Así que no tardaron en reaccionar y nada más conocerse la noticia se disparó hasta alcanzar los 514 puntos, su nivel más alto desde el 14 de agosto.
Por su parte, al Ibex se le resistió de nuevo la cota de los 7.400 puntos y cerró con una caída del 0,8%. La Bolsa española volvió a situarse entre las más bajistas de Europa junto al Cac parisino, que se dejó un 0,9%. El Dax alemán bajó un 0,64%, el MIB italiano un 0,1% y el FTSE londinense un 0,02%.
En cuanto al rescate a España, sigue sin haber novedades. El presidente del Gobierno Mariano Rajoy volvió a declarar, tras reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que no ha tomado una decisión sobre si España pedirá o no el rescate y que decidirá en función de lo que sea mejor para el interés general de los españoles. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo reconoció que parte de la culpa de los orígenes de la burbuja inmobiliaria española fue también de la UE y de sus defectos en su estructura.
Por su parte, el BCE sigue diseñando el nuevo plan de compra de bonos, labores que impedirán a su presidente Mario Draghi acudir a la tradicional conferencia de Jackson Hole junto al jefe de la Fed, Ben Bernanke.