Cuando se firma una hipoteca, normalmente el bien que compras (por ejemplo, una vivienda) actúa como garantía en caso de impago. Sin embargo, en algunos casos, la deuda no termina ahí. La doble garantía hipotecaria es un mecanismo que refuerza la responsabilidad del deudor, asegurando que el banco puede recuperar su dinero incluso más allá del valor del inmueble.
Si estás pensando en pedir una hipoteca o ya tienes una, entender este concepto es clave para saber hasta dónde pueden llegar las consecuencias si no puedes pagar tu préstamo.
¿Cómo funciona la doble garantía hipotecaria?
En un préstamo hipotecario tradicional, la garantía principal es el propio inmueble. Es decir, si dejas de pagar, el banco puede ejecutar la hipoteca y quedarse con la vivienda para saldar la deuda.
Pero con la doble garantía, el compromiso no termina ahí. Si el valor del inmueble no cubre el total de la deuda pendiente, el banco puede reclamar el resto con otros bienes o ingresos del deudor.
Por ejemplo:
Compras una casa con una hipoteca de 200.000 euros.
Por dificultades económicas, dejas de pagar el préstamo y el banco embarga la casa.
La vivienda se subasta y solo se consigue vender por 150.000 euros.
Aún quedas debiendo 50.000 euros , que el banco puede reclamarte con otros bienes, ahorros o incluso con tu salario.
En resumen, no basta con entregar la casa para cancelar la deuda, como ocurre en otros países. En España, la responsabilidad se extiende a todo tu patrimonio presente y futuro.
¿Es obligatoria la doble garantía en todas las hipotecas?
En España, la mayoría de las hipotecas funcionan bajo este esquema. A diferencia de otros países como EE.UU., donde en algunos estados la entrega de la vivienda liquida automáticamente la deuda (dación en pago ), aquí el banco tiene derecho a reclamar[…]Leer noticia completa en la fuente original