Reza el dicho que «Lo difícil no es llegar, sino mantenerse» y eso mismo debe ensar Andrew Fashion, un emprendedor en internet que fue capaz de amasar 2,5 millones de dólares a los 21 años para perderlos a los 22.
La historia nos llega desde Gawker.com y Business Insider, aunque el propio Andrew reconoce sus errores en su blog-impresionante artículo con gráficos de sus ingresos y gastos-. Pero vayamos directos a lo más interesante: cómo ganar 2,5 millones de dólares y dilapidarlos en apenas un año.
Para empezar, pongamos en contexto a Andrew Fashion. Estamos ante un estudiante que deja la universidad tras desarrollar con éxito unas herramientas que permiten diseñar páginas en MySpace (myspacesupport.com). En poco tiempo estaba generando más de 100.000 dólares mensuales (el propio Andrew explica como ganó 2,5 millones de dólares) pero tan pronto como entró en el club de los jóvenes millonarios las cosas empezaron a ir mal.
Andrew cuenta como sus gastos se dispararon de la noche a la mañana y como el dinero salía de sus cuentas sin ningún tipo de control o planificación. El proceso fue más o menos el siguiente «me compré mi primer coche, una casas de 500.000 dólares en la que gasté 80.000 dólares en reforma. Además, compré otros siete coches, algunos de ellos para amigos. Me aficioné al poker, me compré desde equipos de fotografía, informática, ropa e hice viajes de todo tipo… Era joven y estúpido».
Con ese ritmo de vida, Andrew descuidó sus finanzas y el futuro de su proyecto. Un día su web dejó de estar en las primeras páginas de Google y ahí comenzaron los problemas. Los ingresos cayeron drásticamente hasta el punto de que finalmente en 2008 vendió su página por 75.000 dólares.
Desde que empezó esta aventura, y descontando gastos generados por la empresa. Andrew fue capaz de gastar sin aparente planificación un millón de dólares. Ahora, después de endeudarse durante ese periodo orgiástico de más de un año, ha relajado su ritmo de vida y trabaja como fotógrafoen su propia compañía, Fashion N Glamour Studios, al tiempo que prepara el lanzamiento de una red social de modelos, BeModel.com.
El de Andrew no será el último ni el primer caso de grandes ganancias y posterior descenso a los abernos que veamos. Cada año ocurre con los ganadores de la lotería, y todo debido a una mala gestión financiera y peor planificación. Por lo menos, en este caso es capaz de reconocer su error tanto en los post mencionados como en una entrevista que no tiene desperdicio.
La diferencia de este caso con otros es que además nos deja una enseñanza añadida que se puede aplicar a la gestión empresarial como personal: la necesidad de diversificar. Andrew apostó todo a un solo negocio y aunque disponía de capital para buscar fuentes de ingresos adicionales, no lo hizo. Al final, su empresa cayó y él con ella, pero con un millón de dólares en caja hubiese bastado una planificación mínima para evitar caer de la lista de ‘ricos’.
Imagen – lesum