Cuando el 15 de septiembre de 2008 el banco de inversión Lehman Brothers anunciaba su quiebra nadie era capaz de explicar cómo, sólo unas semanas antes, el gigante financiero con pies de barro había logrado la máxima calificación de sus activos por parte de la agencia Moody’s.
Tres años después, William Harrington, un ex empleado de la compañía de calificación ha aportado algo de luz al asunto: “los clientes de Moody’s siempre obtienen la calificación que desean, no vaya a ser que rompan su contrato con la agencia y se vayan a la competencia”.
Según Harrington, ésta es la primera lección que aprenden los nuevos analistas cuando entran a trabajar a la agencia de rating neoyorquina. Al menos así se lo explicó a la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC), la máxima autoridad de control bursátil del país, en su comparecencia del pasado 8 de agosto.
Seguir leyendo en lainformacion.com
Más noticias de economía en lainformacion.com:
- Guía práctica para saber negociar el sueldo
- España es el segundo país más endeudado del mundo
- Radiografía económica de los diez países más pobres del planeta
Imagen – Maldita la hora