A medida que la sociedad avanza y las tentaciones de consumo se intensifican, las técnicas de ahorro también evolucionan para adaptarse a las nuevas realidades. Una de las estrategias que ha cobrado relevancia en los últimos años es la regla o estrategia de ahorro de los 30 días. En esencia, es un método que nos invita a reflexionar sobre nuestros impulsos de compra y determinar si realmente necesitamos lo que estamos a punto de adquirir.
¿En qué consiste la estrategia de los 30 días?
La regla es simple: cuando te enfrentes al deseo o impulso de comprar algo que no sea esencial, en lugar de comprarlo de inmediato, haz una pausa y anota el artículo, su precio y la fecha en una lista o en un lugar que revises regularmente. Luego, espera 30 días. Al finalizar este periodo, si aún consideras que esa compra es necesaria o muy deseada, adelante, hazla. Pero, sorprendentemente, en muchos casos descubrirás que ese impulso inicial ha desaparecido.
Establece metas claras. Antes de comenzar, es vital tener una razón clara para ahorrar. Puede ser un viaje, un fondo de emergencia, una inversión o simplemente la satisfacción de ver crecer tus ahorros. Cuando tienes una meta en mente, resistir las tentaciones es más fácil.
Utiliza herramientas digitales. Hay aplicaciones y programas que te permiten rastrear tus gastos y deseos de compra. Algunas incluso te envían recordatorios de tus anotaciones de 30 días para que puedas revisar y evaluar tus decisiones.
Crea un fondo «Deseos de 30 días». Cada vez que resistas la tentación de una compra impulsiva, transfiere la cantidad de dinero que habrías gastado a una cuenta de ahorros. Verás cómo este monto crece y te motivará a seguir con la estrategia.
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