La red es hoy día un cúmulo de contenidos extenso, difícil de abarcar para los recién llegados a Internet. Nos perdemos al buscar información y derivamos de los vídeos al texto y a las imágenes casi sin percatarnos. Buscamos un contenido desde Google y acabamos en Youtube viendo un vídeo del tema para, a los pocos segundos, acabar haciendo click en los relacionados y olvidándonos del tema principal: así funciona la interfaz que nos conecta a diario a Internet.
Podríamos adentrarnos en profundidad en esto de la navegación desde su punto de vista histórico. En la red hemos pasado de utilizar únicamente el ratón y el teclado para olvidarnos prácticamente de esta singular pareja en los nuevos dispositivos. Los móviles han bebido directamente de los estilos de navegación clásicos utilizando botones, pero también han sido pioneros a la hora de potenciar la innovación con las pantallas táctiles.
La tecnología utilizada en los smartphones con pantallas táctiles han acabado con la complejidad que suponía escribir un texto con los teclados de los primeros móviles. Desde un teléfono podemos navegar por Internet, visitar las redes sociales, visionar vídeos o comprar un disco de música descargable. Todo desde la mano, con ningún click y poquísimos golpes sobre la pantalla.
Es imposible olvidarse de otros sistemas de navegación o interfaz como los controles por voz y los sistemas por gestos que no se han impuesto todavía en productos generalistas, pero que sí comienzan a vislumbrarse como las opciones de futuro más próximas. Cámaras como Kinect de Microsoft o sistemas de realidad aumentada están todavía en pañales, pero ya se integran en el día a día del usuario para la reproducción de contenidos audiovisuales.
La voz también se apunta como una de las tendencias del futuro en términos de navegación y usabilidad. Los ordenadores permiten desde hace años dictar contenidos textuales y los móviles se adentran en la marcación por voz. Un gran paso de la técnica se llama Siri y es la asistente personal creada por Apple para el iPhone 4S.
Precisamente en el terreno más generalista, en este consumo de contenidos mundanos que se coloca como cotidiano en nuestra vida, es donde se están desarrollando y potenciando las principales innovaciones de interfaz del usuario que llegan a las tiendas con productos comerciales. El consumidor tiene en su mano que los sistemas innovadores triunfen o terminen cayendo en el olvido, y las tecnológicas deben apostar por estos usos para conseguir resultados.
Quizás en este terreno más masivo es donde se plantean posibles problemas o hándicaps a la evolución de las nuevas interfaces. Existen problemas como la falta de la expansión en Internet y de la tecnología en el tercer mundo. Algunas de estas tecnologías comienzan a trabajarse en fases experimentales con productos científicos y que no terminan de llegar a las tiendas para el beneficio de los consumidores.
La evolución de la historia nos lleva a pensar que el futuro de la interfaz está en los controles por movimiento aplicados al día a día. La realidad aumentada jugará un inmenso papel en este terreno y nos hará olvidarnos de las pantallas físicas con estos escenarios virtuales que se podrán aplicar en cualquier superficie. ¿Una previsión de futuro? La pareja móviles-realidad aumentada nos guiará en los próximos años.