Los trabajadores autónomos, al igual que los empleados por cuenta ajena, tienen derecho a recibir una pensión tras la jubilación. No obstante, las particularidades de su cotización y de su régimen específico hacen que existan algunas diferencias respecto a la pensión que perciben los empleados del Régimen General. En este artículo, se abordará cómo se determina la pensión de los autónomos y qué factores la condicionan.
Cómo son las pensiones para trabajadores autónomos
Los autónomos cotizan en España bajo el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), salvo algunas excepciones, como los profesionales colegiados que tienen sistemas propios. Las cuotas que los autónomos pagan mensualmente no solo les garantizan el derecho a la pensión de jubilación, sino también a otras prestaciones como la incapacidad temporal, maternidad, paternidad, entre otras.
Uno de los aspectos más relevantes para los autónomos es la elección de la base de cotización. A diferencia de los trabajadores por cuenta ajena, cuyo salario determina su base de cotización, los autónomos pueden elegir entre una base mínima y una máxima, lo que posteriormente afectará la cuantía de su pensión. Si un autónomo decide cotizar por la base mínima, pagará menos cuotas al mes, pero su pensión futura será menor. En contraparte, si opta por una base más alta, sus cuotas serán mayores, pero también lo será su pensión al llegar la jubilación.
La pensión de jubilación de los autónomos, al igual que en el Régimen General, se calcula en base a la media de las bases de cotización de los últimos años antes de la jubilación. A fecha de corte en 2022, se tienen en cuenta los últimos 25 años cotizados, aunque esta cifra puede variar si hay cambios legislativos.
Para tener derecho a una pensión[…]Leer noticia completa en la fuente original